Tips para escoger el mejor vino para una comida o cena

Por lo tanto, inicialmente hay que tener bien claro si buscamos un vino tinto, blanco, rosado o espumoso. Sabido esto, hay que tener en cuenta que no todos los vinos son iguales. Deberemos de escoger ‘el estilo’ del vino: ligero, mediana complejidad o complejo. El frescor de un vino, su astringencia (unida a la crianza), su dulzor,…., son cosas que van en el gusto de cada uno, pero recordar que hay más comensales a la mesa.

Lo clásico en estos caso como tercera recomendación es mirar lo que dicen los expertos en este punto: los tintos son ideales para acompañarlos con carnes rojas, mientras que los blancos con mejores para pescados o mariscos y los rosados pueden ir con quesos, jamones y cualquier tipo de comida. Insistimos, esto es la norma, pero dependerá de que tipo de cena o comida planteeis y con quien para la elección perfecta.

El vino a escoger dependerá del nivel gastronómico a maridar en cuanto a los platos, como cuarto tip. Por lo tanto, si váis a realizar algún plato especial, que suponga económicamente un esfuerzo, lo normal será hacer lo mismo con el vino, siempre dentro de las posibilidades de cada uno. No escatimar pero tampoco derrochar. Hay vinos excelentes de precios muy ajustados. En ese punto si que os aconsejamos que miréis opiniones de expertos.

Como quinto tip ya nos metemos un poco más en profundidad. Mirar el tipo de uva con el que es elaborado y el tiempo de crianza del vino. Cada uva da un tipo especial y diferente de vino. No todas las uvas tintas dan el mismo vino y lo mismo con las blancas. Si no sabéis como es el vino que da cada uva, lo mejor es ir a lo conocido. En su defecto, aconsejaros bien, y siempre bajo la base que lo que váis a comer o cenar en materia de platos.

Por último, como sexto tip, deberéis mirar los años de crianza del vino. Los vinos del año, máximo dos años, suelen ser de carácter más joven, lo que os permitirá asociarlos a un os platos determinados. Los vinos con más de dos años suelen se de crianza larga, con lo cual son por si solos ya protagonistas de una comida o cena. Si no queréis que destaquen sobre el plato, deberá ir acorde con el mismo. Por ejemplo, un marisco de calidad, igual es preferible tomarlo con un vino blanco de segundo año o un rosado con un poco de crianza, en vez de con un blanco o un rosado joven. Todo dependerá repetimos, del tipo de comensal que tengáis y del plato.