Hoy volvemos a nuestra sección de maridajes con esta combinación que puede que sea la que más nos ha gustado hasta la fecha. Se trata de un maridaje de carne con un vino que os recomendamos probar estas Navidades, el elaborado con la Petit Verdot (en el artículo 4 tipos de vino que no deberías perderte estas Navidades).
Hemos escogido como maridaje un solomillo de cerdo al que hemos rellenado de jamón ibérico y queso Edam para luego hacerlo al horno con una ‘baño’ de mostaza y miel, sirviéndolo en un lecho de setas con jamón al ajillo muy picadas.
Sabores potentes de la carne con una capa agridulce, acompañados del toque de las setas al ajillo, exigen un vino con carácter, que no se quede corto porque sino el protagonismo se lo llevaría la carne. Y la elección de este Petit Verdot ha sido todo un acierto. Un vino con crianza de 15 meses en barrica, elaborado por una uva que aguanta mucho las altas temperaturas, lo que le permite el ser recogida con alto nivel de maduración, dan como resultado un vino rico en sabores frutales con toques especiados que potencian y mucho el maridaje con las carnes.
Sin duda una gran experiencia gastronómica.
Vamos con la receta.
Lo primero es limpiar nuestro solomillo y abrirlo en forma de libro. Lo salpimentamos con pimienta negra. Lo rellenamos con 3 lonchas de jamón ibérico y 3 de queso Edam y lo atamos. Lo adobamos por fuera con tomillo y sal y lo dejamos unos minutos que se integren los sabores. Así nos queda:
Mientras en un vaso mezclamos una cucharada de miel y una de mostaza y cuando estén bien mezcladas ‘pintaremos’ el solomillo por toda la superficie.
Lo ponemos en una bandeja de horno y lo introduciremos a 180º unos 10 minutos, para luego darle la vuelta y tenerlo otros 10 minutos. Con ese tiempo conseguiréis el toque que nos ha salido, completamente dorado y tostado por fuera y en su punto por dentro.Si lo tenéis más tiempo se pasará más por dentro. Lo sacaremos así:
Picamos las setas mucho y con las dos lonchas de jamón ibérico hacemos lo mismo. Las ponemos en una plancha con un chorrito de aceite y les ponemos dos dientes de ajo muy cortados y un poco de pimienta blanca (opcional) cuando estén a punto, nosotros echamos un chorrito de vino blanco (opcional) y esperamos que se reduzca.
Sacamos todo muy escurrido y lo ponemos en el suelo del plato poniendo encima nuestro solomillos.
Posteriormente cortaremos en lonchas grandes el solomillo que serviremos a cada comensal con un lecho de setas y jamón debajo.
Pago Dehesa del Carrizal, el Finca Caiz Carrizal Petit Verdot 2012, un tinto crianza con 15 meses de barrica de roble francés, Medalla de Oro en el Concurso CINVE 2015, y que permite probar lo que esta varietal ofrece a los vinos con crianza.
Excelente color rojo picota intenso con brillos azulados en el movimiento en copa. Parece como si tuviésemos delante un vino típico de Burdeos. Una lágrima amplia y lenta que se contrapone con la viveza del movimiento, lo que anticipa un vino con carácter pero a la vez con rasgos de vino joven.
Y eso es lo que nos encontramos primero en nariz y luego en boca. Para quien no haya probado aun un Petit Verdot, esta experiencia le va a encantar. Intenso en nariz y franco, toques de fruta y aparecen aromas a bayas, muy golosos, a regaliz y a toque especiados procedentes de su paso por barrica.
De entrada suave en boca, en paso se muestra como un vino joven, intenso, fresco, y eso que hablamos de un vino con crianza de 15 meses en barricas de roble francés. Carga frutal intensa y un toque mineral al final típico de la Petit Verdot.
Sin duda un vino que potencia el sabor de los platos de carne de una manera espectacular.
Hoy volvemos a nuestra sección de maridajes con esta combinación que puede que sea la que más nos ha gustado hasta la fecha. Se trata de un maridaje de carne con un vino que os recomendamos probar estas Navidades, el elaborado con la Petit Verdot (en el artículo 4 tipos de vino que no deberías perderte estas Navidades).
Hemos escogido como maridaje un solomillo de cerdo al que hemos rellenado de jamón ibérico y queso Edam para luego hacerlo al horno con una ‘baño’ de mostaza y miel, sirviéndolo en un lecho de setas con jamón al ajillo muy picadas.
Sabores potentes de la carne con una capa agridulce, acompañados del toque de las setas al ajillo, exigen un vino con carácter, que no se quede corto porque sino el protagonismo se lo llevaría la carne. Y la elección de este Petit Verdot ha sido todo un acierto. Un vino con crianza de 15 meses en barrica, elaborado por una uva que aguanta mucho las altas temperaturas, lo que le permite el ser recogida con alto nivel de maduración, dan como resultado un vino rico en sabores frutales con toques especiados que potencian y mucho el maridaje con las carnes.
Sin duda una gran experiencia gastronómica.
Vamos con la receta.
Lo primero es limpiar nuestro solomillo y abrirlo en forma de libro. Lo salpimentamos con pimienta negra. Lo rellenamos con 3 lonchas de jamón ibérico y 3 de queso Edam y lo atamos. Lo adobamos por fuera con tomillo y sal y lo dejamos unos minutos que se integren los sabores. Así nos queda:
Mientras en un vaso mezclamos una cucharada de miel y una de mostaza y cuando estén bien mezcladas ‘pintaremos’ el solomillo por toda la superficie.
Lo ponemos en una bandeja de horno y lo introduciremos a 180º unos 10 minutos, para luego darle la vuelta y tenerlo otros 10 minutos. Con ese tiempo conseguiréis el toque que nos ha salido, completamente dorado y tostado por fuera y en su punto por dentro.Si lo tenéis más tiempo se pasará más por dentro. Lo sacaremos así:
Picamos las setas mucho y con las dos lonchas de jamón ibérico hacemos lo mismo. Las ponemos en una plancha con un chorrito de aceite y les ponemos dos dientes de ajo muy cortados y un poco de pimienta blanca (opcional) cuando estén a punto, nosotros echamos un chorrito de vino blanco (opcional) y esperamos que se reduzca.
Sacamos todo muy escurrido y lo ponemos en el suelo del plato poniendo encima nuestro solomillos.
Posteriormente cortaremos en lonchas grandes el solomillo que serviremos a cada comensal con un lecho de setas y jamón debajo.
Pago Dehesa del Carrizal, el Finca Caiz Carrizal Petit Verdot 2012, un tinto crianza con 15 meses de barrica de roble francés, Medalla de Oro en el Concurso CINVE 2015, y que permite probar lo que esta varietal ofrece a los vinos con crianza.
Excelente color rojo picota intenso con brillos azulados en el movimiento en copa. Parece como si tuviésemos delante un vino típico de Burdeos. Una lágrima amplia y lenta que se contrapone con la viveza del movimiento, lo que anticipa un vino con carácter pero a la vez con rasgos de vino joven.
Y eso es lo que nos encontramos primero en nariz y luego en boca. Para quien no haya probado aun un Petit Verdot, esta experiencia le va a encantar. Intenso en nariz y franco, toques de fruta y aparecen aromas a bayas, muy golosos, a regaliz y a toque especiados procedentes de su paso por barrica.
De entrada suave en boca, en paso se muestra como un vino joven, intenso, fresco, y eso que hablamos de un vino con crianza de 15 meses en barricas de roble francés. Carga frutal intensa y un toque mineral al final típico de la Petit Verdot.
Sin duda un vino que potencia el sabor de los platos de carne de una manera espectacular. Podéis encontrar el vino en su tienda online.
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