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A grandes rasgos, en España se siguen conociendo las mismas bodegas y las mismas zonas que hace años

Por mucho que se quiera expandir ‘la cultura’ del vino, para aquellos que no son bebedores habituales o que lo hacen de forma esporádica en alguna celebración, solo existen unas bodegas determinadas y unas zonas determinadas. Eso se puede extrapolar del estudio de Presencia Mediática recientemente presentado por la Consultora especializada Castro Galiana.

En este estudio se analizaron 17.668 informaciones firmadas por 917 autores y publicadas en 94 diarios y 52 revistas con control de difusión. De esto deduzco que que muchos de estos autores son los que tienen la culpa de que otras zonas no se conozcan, ya que son ellos los que hablan de estas, cobrando o sin cobrar, eso me da igual.

Autores anquilosados y anclados en las zonas de siempre que poco ayudan al conocimiento del resto del excelente vino que hay por España.

En el Grupo denominado como ‘A’, se incluyen las zonas vinícolas con mayor impacto de España. A la sazón, Rioja y Ribera del Duero, acompañadas de Rías Baixas, Rueda, Cava y Penedés. Lo de siempre, tintos o Rioja o Ribera, blancos, o Verdejos o Albariños y los espumosos de Cava y un halo de frescor en el Penedés.

Pero además de ser las zonas preferidas de los ‘críticos’, son las que más dinero invierten en promocionarse (léase pagar publireportajes y similares….), con lo cual es la pescadilla que se muerde la cola. Este Grupo A alcanza el 58,60% de las menciones en prensa dentro del mundo del vino.

En el denominado como Grupo ‘B’, irónicamente se indica con nivel ‘alto’ de presencia mediática, nos encontramos con zonas como Ribeira Sacra, Priorat Utiel-Requena, Navarra, Ribeiro, Toro, Valencia, Vinos de la Tierra de Castilla y León y Bierzo. Este grupo alcanza el ‘alto nivel’ del 17,22%. Excelentes vinos hay en estas zonas, pero que quedan a la sombra de los del Grupo A.

Hay también un grupo ‘C’ y otro ‘D’, que se llevan el resto de menciones.

Todo esto si vamos a menciones en prensa escrita, porque si vamos al mundo online, la cosa es más chocante. Podría poner aquí mismo webs de Consejos Reguladores sin actualizar contenidos entre 3 y 6 meses. Otras que ponen dos contenidos al año, incluso una que lleva más de dos años sin publicar contenidos en la web.

Con lo fácil que es crear contenido y moverlo en las Redes Sociales para conseguir visibilidad, ni eso hacen más de un 70% de los Consejos Reguladores y más de un 80% de las bodegas.

Lo que más gracia me hace es que después dicen que hay que captar al bebedor joven, justo el que no lee ni el ABC, ni El País, ni el Mundo, ni La Razón,…, sino que está en Internet y en las diferentes Redes Sociales. Se dejan ‘la pasta’ en los medios tradicionales, que según se ve en este estudio, destacan a las zonas de siempre, prefiriendo no invertir en el amplio mercado online, donde está ahora el 100% de los futuros bebedores de vino.

Eso lo percibió el mundo de la cerveza hace años y apostó por este medio, cosa que se puede ver nada más abrir Facebook o Twitter, por eso se está quedando con todo bebedor joven mientras que el mundo del vino se está quedando con los ‘rancios’ bebedores abrazacríticos anticuados y ‘de mode’.