El año en los vinos sí que importa

Para aquellos que son poco amantes del vino, que lo toman en ocasiones especiales como las fiestas que se aproximan y que no siguen mucho las informaciones de los certámenes de vinos, el momento de escoger un vino debe de ser un momento en el que hay que poner los cinco sentidos si no se quiere meter la pata.

Mucha gente no habituada al mundo del vino conoce una bodega por referencias, si vamos más allá, incluso conoce el nombre de un vino. Ambos factores son fundamentales cuando se va a escoger un vino y no se tienen mucho conocimiento o información.

Pero en ocasiones esto no es suficiente. Y es que el año de ese vino puede ser determinante a la hora de que la elección sea la correcta.

Muchos piensan que la Bodega X y su vino Y son garantía de éxito, pero puede que no sea así. Los vinos realizados cada año proceden de diferentes vendimias con lo cual las uvas con las que se han elaborado son diferentes y como haya sido la climatología ese año puede marcar y mucho la diferencia entre el mismo vino de una bodega en años seguidos.

Un ejemplo claro de como se equivoca la gente no acostumbrada al mundo del vino ocurre en el LIDL sin ir más lejos. Los vinos de este supermercado que se embotellan para él en exclusiva han ido recibiendo premios en los últimos años de los cuáles presume el propio supermercado. Cuando se reciben los folletos publicitarios se ponen los vinos, con sus precios y se les añade que han recibido premio.

La cuestión es que de los 22 últimos vinos del LIDL que han recibido premio en los conocidos Premios Bacchus, solo he encontrado uno en sus estanterías. La bodega y la marca del vino estaban, pero no la añada que recibió el premio. En varias ocasiones he cogido añadas diferentes a las que recibieron los premios para probarlos. O bien los que dieron los premios probaron otro vino o bien sus gustos difieren mucho de los mios, pero lo cierto es que los vinos que he probado de añadas diferentes de las premiadas son realmente deficientes. Bodega, marca o nombre del vino y año, es algo fundamental para saber de que vino estamos hablando.

Otro ejemplo. Recientemente Decanter ha puesto el ranking de los 10 vinos tintos españoles para estas Navidades. Quien se quede en la marca y en el nombre del vino solamente, puede cometer un error. Así por ejemplo esta revista recomienda un vino en concreto que es el Cepas Viejas de la Bodega Dominio de Tares (vino que suele llevar reconocimientos anualmente) de la añada 2009. Lo curioso es que de este vino, en este año 2015, se saca la añada 2012. Si vamos a las tiendas, la que tendremos a la venta es la del 2012 que es la que hay, pero ese vino no es el recomendado. El recomendado es el del año 2009.

Lo que está claro es que si la añada recomendada es la del 2009, por algo será.