Dentro de las diferentes formas en las que se pueden calificar a los vinos, dos son las que suelen ser las más habituales dentro de los no muy especializados ya que son criterios muy objetivos que permiten poner bien claro que tipo de bvino tenemos delante. Estas dos clasificaciones son por su dulzor y por su edad, o mejor dicho, por su período de crianza antes de que se beba.
Por su dulzor
- Vinos secos: que tienen de 0 a 4 g de azúcar por litro
- Vinos semisecos: que tiene de 5 a 12 g/l
- Vinos semidulces : que tienen de 13 a 45 g/l
- Vinos dulces: que tienen más de 45 g/l
Por su edad o período de crianza en barricas
- Jóvenes (también denominados del año o nuevos): si se obtuvo en la misma campaña que la que indica el etiquetado.
- Semicrianza: cuando han pasado un pequeño tiempo en barricas de madera. En este caso se debe indicar el tiempo exacto. También son llamados coloquialmente “roble”.
- Crianza: han pasado 2 años de crianza, en los que al menos 6 meses han sido en barrica.
- Reserva: en el caso de blancos y rosados, las condiciones serán como en los crianza. Si son tintos, deberá haber sufrido una crianza de 3 años, de los que 12 meses han sido en barrica.
- Gran Reserva: estos vinos deberán tener una crianza de 4 años, con seis meses en barrica en el caso de blancos y rosados. Los tintos pasarán 5 años de crianza y un mínimo de 18 meses en barrica.