Abadía de San Campio consigue el primer premio en el Concurso de Cata de la Feira do Viño Rías baixas

• Quinta da Erre y Lagar de Costa se alzaron con el segundo y tercer puesto
• El túnel del vino se consolida con una participación superior a las 350 personas

Una edición más de la Fiesta del Albariño, los asistentes han demostrado que los vinos de Rías Baixas tienen gancho con una participación entorno a las 150.000 personas, una cifra que bajó con respecto a anteriores ediciones debido a las lluvias producidas el pasado viernes. Las casetas del Paseo de Calzada se llenaron el domingo por la tarde tras la entrega de premios a los mejores Rías Baixas Albariño, galardón que en esta edición recayó en Abadía de San Campio, de Bodegas Terras Gauda.  Por otra parte el túnel del vino continúa su consolidación entre el público más experimentado con una participación que superó las 350 personas.

Tras catar 65 marcas de Rías Baixas en dos días, los profesionales que integraron el panel de cata de la XXVI Cata Concurso Rías Baixas Albariño decidieron que los premios de esta edición recayesen la medalla de oro en la marca Abadía de San Campio, de Bodegas Terras Gauda; la medalla de plata en el Rías Baixas Albariño de Quinta da Erre, de Bodega Quinta da Erre y; la medalla de bronce en Lagar de Costa, de Bodega Lagar de Costa.

Tras la entrega de los galardones a los premiados durante la comida de confraternidad de la LXII edición de la Fiesta del Albariño en Cambados; los periodistas, enólogos y sumilleres, que integraron el panel de cata del concurso durante esta edición, coincidieron en señalar “la regularidad y uniformidad de estos vinos”, y destacaron  “el “el perfil varietal de los vinos de esta añada”, también explicaron que “teniendo en cuenta que fue un año complicado, el resultado de la añada es positivo” y que “una vez realizada la selección en la cata prima la elección del ganador fue muy ajustada”. Finalmente, los catadores resaltaron que “las bodegas están apostando claramente por elaborar vinos de calidad”.

Finalmente, la organización estima que durante esta edición de la Fiesta do Albariño pasaron unas 150.000 personas por el Paseo de la Calzada para degustar los vinos de la añada 2013, calificada como “Muy Buena” y que las casetas vendieron unas 70.000 botellas de Rías Baixas, también consecuencia de la menor afluencia de público debido a las inclemencias metereológicas del pasado viernes, uno de los días fuertes de este festejo.

En su discurso el presidente de la Xunta de Galicia destacó el importante trabajo que está realizando el sector de Rías Baixas que los describió como: “a mellor cara de Galicia”. Por su parte, el presidente del Consejo Regulador dijo que “no debemos de caer en la tentación de sacrificar calidad por cantidad” y también recordó que “en manos del sector está el futuro”. Juan Gil fue contundente “el vino debe excluirse de cualquier norma legal que lo  confunda con cualquier sustancia potencialmente nociva para la juventud” y recordó que “el vino es un alimento”. También pidió a la Administración apoyo para “luchar contra el fraude los vinos sin etiqueta”. Finalmente, el presidente de la D.O. Rías Baixas lamentó durante su discurso que “la exclusión de los Consejos Reguladores de la interprofesional, recientemente creada bajo los auspicios del Ministerio de Agricultura, alimentación y Medio Ambiente, negándosele voz y voto en decisiones que le afectan”.

 

Túnel y catas temáticas

La cuarta edición del Túnel del Vino, celebrado entre el 31 de julio a 3 de agosto en la antigua Fábrica de Conservas Peña de Cambados, acogió a más de 350 personas, cifra superior a la anterior edición. Fuera del ambiente festivo, 300 personas, que admitieron ser entusiastas del vino, alabaron esta iniciativa en la que tuvieron cabida 126 marcas de la D.O. Rías Baixas, pertenecientes a 56 bodegas que estuvieron asesoradas en todo momento por un sumiller.

Además, las 13 sesiones magistrales, dirigidas por enólogos de las bodegas de la D.O. Rías Baixas, buscan su hueco en esta festividad con una participación total cercana a las 200 personas en su primer año de existencia.