Hoy os dejamos un artículo de la Revista Muy Interesante en el cual nos indican los 25 adjetivos más usados en una cata al hablar de los vinos que en ella estamos tomando.
Cierto es que a cada persona un vino le produce sensaciones diferentes con lo cual vinos iguales a diferentes personas le darán diferentes sensaciones y, por lo tanto, diferentes adjetivos.
Pero ahora bien, si eres de los que no son expertos en catas, estos 25 adjetivos bien empleados pueden mejorar mucho tu imagen de entendido en vino. Eso sí, mucho cuidado, porque si los usas de forma inadecuada, probablemente lo que te hagan es dejarte en ridículo.
Lo que sí es interesante es que estos 25 adjetivos más usados en una cata al hablar de los vinos te dan una idea de lo que más se valora o lo que más importancia se da a los vinos a la hora de catarlos, lo cual siempre es una ayuda y más si estás empezando en el mundo de las catas.
Yo particularmente añadiría algún otro y quitaría alguno de la lista, pero hay que reconocer que son muchos de los adjetivos que más se usan en la realización de catas.
- Abocado o embocado. Vino que sin llegar a ser dulce ofrece sensaciones azucaradas.
- Acerado. Matiz en la coloración de los vinos blancos jóvenes y pálidos que recuerda el brillo del acero.
- Afrutado. Expresión incorrecta muy usada para describir un vino delicado que evoca diferentes aromas vegetales, como el olor propio de la uva usada en su elaboración o el de otra fruta. El término correcto es frutal.
- Agresivo. Vino con aroma y sabor penetrantes y desagradables. Suele ser ácido y astringente.
- Astringente. Se dice de los vinos que, debido a los taninos, producen una sensación de estrechamiento que se aprecia en los tejidos de la boca.
- Alegre. Vino ligero, fresco, fácil de tomar y con buen paso de boca. Ausencia total de complejidades aromáticas.
- Áspero. Vino astringente en exceso, debido a la abundancia de taninos o de componentes herbáceos procedentes del raspón, las pepitas o los hollejos del prensado.
- Balsámico. Se aplica a vinos de gran crianza y es una sensación que forma parte de su bouquet. Se trata de aromas penetrantes que dan sensación de frescura y matices mentolados. Brillante. Vino que al trasluz se ve completamente transparente y sin impurezas.
- Carnoso. Se dice del vino con cuerpo y bien conjuntado que produce un rica impresión física a su paso por la boca.
- Crudo o tierno. Vino joven y sin terminar.
- Débil o corto. Se aplica al caldo con caracteres pocos pronunciados.
- Decrépito. Vino desequilibrado por completo debido al exceso de edad.
- Elegante. Vino equilibrado que produce sensaciones sugerentes en nariz y boca.
- Espeso. Vino con mucho cuerpo y densidad.
- Fresco. Vino con una acidez adecuada para su tipo. Se aplica a los jóvenes de calidad.
- Hueco. Se dice de los caldos que decepcionan en todo el recorrido de la boca, debido a sus muchas carencias.
- Lleno. Vino de amplios sabores que colma el paladar.
- Morapio. Vino tinto de color intenso y tonos apagados por su poca acidez.
- Pastoso. Hace referencia a vinos blancos y cavas demasiado densos en la boca y ricos en azúcar.
- Perfumado. Vino con intensos aromas.
- Picado. Vino con síntomas de avinagramiento.
- Terpénico. Vino con aromas densos e intensos originados por los aceites esenciales que contiene.
- Untuoso. Caldo oleoso que se adhiere en la copa y que en la boca se muestra suave.
- Vigoroso. Es un vino que provoca sensaciones potentes en la boca. Resulta sabroso, con cuerpo y con una acidez y nivel de taninos y alcohol bien conjuntados.
Fuente Muy Interesante